Una ancianita en su vida cotidiana, ¿y por qué no? Nuestro nuevo fichaje Bruno ha decidido empezar su colaboración con nosotros poniendo a su disposición su larga experiencia como Guzzista. No, no sólo hay motos japonesas en el mercado, ¡porca miseria! La Guzzi California III o el yunque para hacerlo todo
De la Guzzi California, la «Calif» como cariñosamente se la llama, ya se habló mucho en su momento, así que vamos a hablar de ella «prácticamente», como una muy buena moto, como antepasada o no, para el uso diario.Es mi segunda Calif, y sin embargo, no es por ella por la que mi corazón latía a primera vista, sino por su hermana, la LeMans, de la que os hablaré en otro lugar… Fue una elección que me permitió entrar en un universo insospechado y conocer a gente maravillosa a lo largo de los años… Porque uno entra en una Guzzi como entra en las órdenes…. Una Guzzi en general, y una Calif en particular, aporta sensaciones bastante inusuales a su propietario. El agarre, por ejemplo, es bastante atípico. El agarre no está muy lejos del estilo Harley, pero cualquier comparación se detiene ahí. Manejo:Te subes a la Calif, con su asiento bajo original, (el mío fue sustituido por un asiento 850 GT, con un soporte más alto, ¡lo que me permitió encajar mis lumbares detrás de los cilindros!) Los reposapiés tampoco son comunes, así como la doble palanca de cambios y el gran pedal de freno con su orejeta de apoyo…. Sin embargo, ¡la ergonomía hace que todo caiga naturalmente bajo las manos y bajo las botas! Para subir de marcha, se hace clic con el talón de forma natural, y para bajar, basta con dar un golpe firme con la punta del pie… A la derecha, el pie cae sobre el espolón del pedal, para anticipar el frenado.El gran manillar «cuerno de vaca» de la 850 T3 Calif ha sido sustituido por un manillar más convencional, pero ligeramente menos ancho, lo que facilita el manejo de la moto, porque merece su apodo: en reposo, la bestia pesa unos 280 kg a plena carga. Con un peso medio del piloto de 80kg, más equipaje, más equipamiento, pesa casi 370kg para llevar por cualquier carretera, con cualquier tiempo…. Digo unos 70 porque, según la versión del «big block» californiano, la potencia de la famosa Vétouine se ha estimado entre 65 y 75 CV, según el modelo y las adaptaciones «de la casa».¿Buscas motos de ocasión? En Crestanevada tienes las mejores motos de segunda mano del mercado.
Casi todas las Northern Califis han sido criadas para ahogarse. La gran caldera de 948cc sacude con un ruido sordo inconfundible, siempre que la batería esté en buen estado y la máquina esté equipada con un arrancador Valéo. El Bosch original lucha un poco para accionar los dos grandes cubos, ¡si la batería está en modo débil! La patada estando ausente desde la concepción, es imposible hacer un injerto de la cosa, como sobre ciertos pisos alemanes.
Una vez quitado el estrangulador, la bestia despega a golpe de gas y, miracolo miracoli, toda noción de peso y el sobrenombre de yunque, desaparecen al instante o casi… El motor, lleno de par a todos los regímenes, permite dar cuerda como un gromono y disfrutar. No se trata de una 400 mDA, sino de una potencia suficiente en todas las circunstancias… potencia ya un poco «justa» en la época, y que parece ridícula ahora para una 1000 cc. Dicho esto, este bloque tan flexible, bien ayudado por el escalonamiento de la caja de cambios, nunca escatima en sacar los caballos, para llevar a toda la tripulación a velocidades ya prohibidas. La única limitación: NUNCA circular en continuo, en 5 marchas a menos de 1500 rpm, de lo contrario, el cardán se romperá en un futuro próximo, con bastantes daños colaterales, y un bonito riesgo para el piloto… El boî.te no es japonés, es lento, y te hará oír un sonoro «klonk» en cada cambio de marcha… A veces puede estar lleno de falsos puntos muertos. Siendo el embrague un embrague «de hombre», hay que practicar el volante con cierta costumbre. Entonces: De-com-po-ser, ¡ese es el verdadero secreto! Equipada con buenos neumáticos, la Calif no es ridícula en las curvas, a pesar de su larga distancia entre ejes. Con un buen pilotaje, irá gustosamente al límite de la distancia al suelo, lo que no es un problema (hay espacio de sobra) y, en el peor de los casos, las estriberas se levantarán, pero eso es todo. Habrás comprendido que se puede jugar con una Calif, pero que ésa no es -ni de lejos- su vocación principal.