Oliver Zipse quiere volver a aumentar los beneficios de BMW con medidas de austeridad

Los beneficios significativamente más bajos del Grupo BMW en el primer trimestre de 2019 conducen ahora, con un ligero retraso, a dolorosos recortes para muchos empleados. El nuevo jefe de BMW, Oliver Zipse, quiere y debe abstenerse de despidos forzosos, pero considera inevitables algunas otras medidas de recorte de gastos para reducir los costes fijos: menores pagos de primas, menos trabajadores temporales y jornadas laborales más cortas pretenden reducir los costes hasta tal punto que el Grupo BMW pueda alcanzar de nuevo los beneficios previstos. Los planes, que ya se han discutido con el comité de empresa pero aún se están negociando, se presentaron a los trabajadores el viernes.

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Para muchos de los empleados actuales con un contrato de 40 horas, BMW pretende pasar a una semana de 35 horas. No obstante, está por ver si la reducción de la jornada laboral en más de un 10% se traducirá realmente en más tiempo libre, ya que, en definitiva, hay que hacer el mismo trabajo que antes. Si BMW también quiere ahorrar en los 10.000 trabajadores temporales y no renueva muchos de los contratos temporales, la carga de trabajo para los empleados restantes aumentará en lugar de disminuir.

 

Oliver Zipse ve un mayor potencial de ahorro en las primas, actualmente superiores a la media. También en referencia a las primas mucho más bajas de Daimler, BMW quiere que en el futuro sean bastante más bajas. A pesar del ahorro, el número de empleados, actualmente en torno a 135.000, no cambiará, pero habrá reducciones en algunos puestos y aumentos en otros. En concreto, Zipse quiere ahorrar en administración e informática, mientras que en el futuro se necesitarán aún más empleados para el desarrollo de coches eléctricos y sistemas de asistencia.

 

En relación con los planes de Zipse, el comité de empresa pide que la carga de trabajo siga repartiéndose sobre el mayor número posible de hombros con espíritu solidario. La búsqueda de un potencial de ahorro no debe conducir a una situación en la que algunos empleados tengan que soportar en el futuro una carga mucho mayor que antes, mientras que para otros apenas cambie nada. En este caso, el comité de empresa ve un gran peligro de desmotivación de los empleados, que deben trabajar más por menos dinero. El comité de empresa está dispuesto a llegar a un acuerdo sobre la reducción de las primas, pero los representantes de los trabajadores no están dispuestos a renunciar a ellas.

 

En los próximos meses se negociará en segundo plano cómo se procederá concretamente y qué medidas se aplicarán con qué intensidad. En circunstancias normales, no cabe esperar nuevos resultados hasta diciembre.