¿Qué es el dolor del nervio ciático?

El nervio ciático es un nervio que se deriva de la parte baja de la espalda después de la fusión de las raíces del nervio espinal L4-S2 del plexo lumbosacro. Viaja desde la parte baja de la espalda hacia abajo a través de la cadera posterior por la muesca ciática y continúa por la parte posterior del muslo hasta justo por encima de la rodilla posterior.

El dolor de este nervio puede causar una cascada de síntomas como un dolor profundo en la región de los glúteos, entumecimiento u hormigueo en la parte posterior de la pierna, debilidad de los músculos de la pierna (en particular los tendones de la corva) y pérdida de sensibilidad a las sensaciones agudas y/o sordas.

¿Cuáles son las causas del dolor del nervio ciático?

El dolor del nervio ciático a menudo comienza con movimientos repetitivos o posiciones prolongadas. La causa más común son las disfunciones de los segmentos de movimiento de la columna lumbar, que aumentan la neuromecanosensibilidad y conducen a un menor umbral de tolerancia para la compresión de los nervios periféricos de la pierna.

Algunas causas de los problemas de los segmentos de movimiento derivados de la columna lumbar podrían incluir:

  • Estenosis espinal central o lateral
  • Protuberancia de disco/prolapsos
  • La compresión de la raíz del nervio periférico secundaria a la hipertonía de la musculatura posterior de la cadera
  • Inflamación e hinchazón por la artritis

En ciertos casos,

  • Iliopsoas
  • Abscesos de glúteos y pélvicos
  • Problemas vasculares debidos al aumento del volumen sanguíneo en la columna vertebral durante las últimas etapas del embarazo
  • Traumatismos como lesiones/avulsiones de los tendones de la corva o compresión del nervio ciático adyacente secundaria a un edema o inflamación formada alrededor del aspecto afectado del tejido muscular.

Un examen clínico en profundidad para identificar de dónde se derivan los síntomas incluirá pruebas neurológicas como la debilidad motora, cambios sensoriales y reflejos tendinosos profundos (específicamente de L4-S2). Las pruebas de provocación neurológica como la elevación de la pierna estirada, la elevación de la pierna estirada cruzada pueden ayudar a proporcionar una mayor diferenciación de una fuente central frente a una periférica para el dolor.

Tratamientos para el dolor del nervio ciático

En cuanto a la intervención, las modalidades térmicas como el calor/hielo que se colocan a menudo en las zonas afectadas durante 20 minutos cada 2 ó 3 horas pueden resultar beneficiosas. El tratamiento de fisioterapia en una clínica de prestigio como fisioterapia Clinic, incluirá muy probablemente un enfoque multimodal que incluya el tratamiento de terapia manual para los segmentos de movimiento de la columna lumbar.

La tracción mecánica puede ayudar a aliviar los síntomas radiculares. Otras modalidades pasivas como la estimulación intramuscular y/o la acupuntura en la columna lumbar, la cadera posterior y la pierna también pueden ayudar a controlar los síntomas. Modalidades electrofísicas como la Corriente Interferencial o las unidades TENS pueden producir reducciones similares en los síntomas. La integración de las técnicas de movilización neuronal debe conducir a una reducción de los síntomas radiculares y puede integrarse con ejercicios de coordinación, fortalecimiento y resistencia del tronco para reducir el dolor lumbar y la discapacidad.

Los ejercicios y procedimientos de centralización y preferencia direccional, a menudo llamados «movimientos repetidos», pueden promover la reducción de los síntomas en pacientes con síntomas ciáticos de la columna lumbar. La educación y el asesoramiento de los pacientes pueden utilizarse para abogar por que el cliente permanezca activo. Se explicará la fuerza anatómica y estructural inherente de la columna vertebral humana e incluirá la neurociencia que explica las percepciones del dolor, y el pronóstico general favorable del dolor lumbar con un enfoque multimodal.

Se debe alentar la pronta reanudación de las actividades normales o profesionales, incluso cuando se siga experimentando dolor. Todas estas intervenciones tendrán como objetivo final mejorar los niveles de actividad, no sólo el alivio del dolor.

En los casos en que los síntomas persistan, la remisión a la radiología de intervención para que se considere la candidatura de un bloqueo selectivo de la raíz del nervio u otras técnicas de intervención puede resultar beneficiosa a corto plazo.